Educación: un camino arduo, sinuoso, pero que vale la pena recorrer
La educación latinoamericana ha sufrido golpes devastadores
a lo largo de décadas desde el nacimiento de la educación como institución
escolar.
Recordemos que, anterior a la escuela como lugar que
albergaba a niños de diferentes edades, los lugares designados para cuentos
finos educativos eran las iglesias parroquiales y los profesores eran los
párrocos o sacerdotes.
No obstante, el nacimiento de la educación pública tal como
la conocemos en la actualidad (con sus instituciones, jerarquía piramidal,
reglas y normas) tiene sus inicios a mediados del siglo XIX. Esta escuela del
pasado, dista mucho de ser la escuela actual. Sin embargo, no podemos indicar
que una sea mejor que la otra. Por otro lado, si pondremos en este ensayo, en
tela de juicio algunos aspectos presentes y tradicionales que hacen la
diferencia, muchos de los cuales deseamos erradicar como docentes a fin de
construir una mejor institución educativa del mañana.
La educación pública en Latinoamérica
La educación en Latinoamérica ha sido fuente de diversos
cruces: políticos, económicos, sociales, etc que la ha dejado en medio de un
mar de dudas. Incluso en la actualidad, autores como Javier García Pérez
Morales hablan de la escuela devastada en tiempos
post-pandémicos.
El término de escuela devastada hace referencia a la carencia
de lugar institucional por parte del entramado social ausente durante los años
de confinamiento en relación a la institución como eje o sostén de niños y
adolescentes en la actualidad, dejando, muchas veces a merced de las familias.
Cuestiones que la educación debía haber contemplado. No obstante, no es mi
intención culpar a las instituciones educativas, pero sí es necesario detenerse
en sus formas.
La escuela durante la pandemia
Durante la pandemia las escuelas han tenido que
re-inventarse, la asistencia a las aulas se vio suspendida y luego modificada,
las formas de relacionarse entre alumnos y docentes también han cambiado, así
como también lo han hecho los docentes ante la forma de evaluar a los alumnos.
¿Cómo podemos pensar una escuela dentro de una caja boba?
Ese ha sido el desafío de los docentes en pandemia. Y bastante han hecho,
aunque, claro está, no con las herramientas adecuadas para hacerlo.
Lograr una escuela que se adapte a la realidad cambiante
exige docentes y directivos que también lo hagan. Es decir, la escuela
latinoamericana actual no se adapta a los cambios bruscos y vertiginosos
dejándola en una pausa, ausente de tiempo y de perspectiva hacia el futuro.
Entonces ¿qué haremos de aquí en más para poder afrontar las
consecuencias de una educación devastada antes y después de la pandemia?
Conclusión
Es importante poder involucrarse en la realidad de cada
sociedad comprendiendo que así como las sociedades avanzan de forma acelerada,
también así deben cambiar los planos de estudio, los programas y los desafíos
al interior de toda institución escolar.
No podemos continuar creyendo que las escuelas estáticas,
inamovibles y cargadas de protocolos antiguos (ya menudo obsoletos), deban ser
el eje o centro por el cual circulan la mayoría de las políticas educativas en
las escuelas latinoamericanas en la actualidad.
Un cambio drástico en la forma de educar en las escuelas del
siglo XXI se está gestando; la batalla no será fácil ¡no lo es! pero el futuro
de nuestros pueblos, de nuestras naciones y el de nuestros hijos necesitan que
comencemos a dejar otro tipo de legado; uno que mire hacia adentro de las
instituciones escolares con ganas de cambios y no con protocolos conquistados
de tradición sin sentido.
EL DESARROLLO HUMANO Y SU EFECTO SOBRE
LA NATURALEZA
A diferencia de siglos pasados, en la actualidad existe un
alarmante desequilibrio entre
el desarrollo humano y la estabilidad de la naturaleza. El avance de la civilización en sus diferentes
aspectos ha mejorado la vida de innumerables personas, de eso no cabe
duda, pero muchos especialistas opinan que se ha dado de una forma
acelerada, sin pensar en las futuras generaciones.
Esta realidad hace necesario analizar los diferentes
problemas que enfrenta el planeta, en especial aquellos que son un
efecto del desarrollo
humano.
Hoy en día, todos tenemos la obligación de mantenernos
informados sobre los
desafíos que existen para mantener y mejorar el estado del medio ambiente, con el objetivo de proponer estrategias y planes para alcanzar un desarrollo sostenible. No obstante, es paradójico
que esta responsabilidad muchas veces sea dejada de lado por las
empresas y los gobiernos de cada país, cuando son ellos los principales culpables del deterioro ambiental.
De este modo, es muy importante plantear acuerdos mundiales
para mitigar el daño que
de manera constante afecta la naturaleza. No solo deben
hablar de la sostenibilidad de
los recursos renovables y no renovables, sino que, al mismo
tiempo, y con la ayuda
de hombres y mujeres de ciencia , deben demostrar una preocupación latente que esté adecuadamente
estructurada para su viabilidad. Mientras que su cumplimiento tiene
que ser monitoreado por la población e instituciones especializadas,
desarrollando la necesidad de que sus avances y objetivos sean de
conocimiento público y de fácil acceso. En América Latina, por ejemplo, se pueden encontrar problemas relacionados con el ciclo biogeoquímico
del fósforo, que trae como consecuencia el envenenamiento de las
tierras que son utilizadas para el cultivo. Esto es sumamente
preocupante, dado que en esa parte del mundo es donde se
encuentran las mayores reservas agrícolas. A pesar de esto,
los métodos de fertilización que son empleados entran en conflicto
con el medio ambiente, y la naturaleza sufre sus
efectos. Por otro lado, países como Uruguay tienen en consideración los fenómenos climáticos asociados
con el Océano Pacífico. Uno de ellos es el conocido como “El Niño”, que
es capaz de repercutir de manera negativa en la vida de muchas personas. Entre sus consecuencias
cabe mencionar las pérdidas pesqueras, las sequías y la generación
de aluviones, que está vinculada a la baja presión
atmosférica que se produce. Tomando todo esto cuenta, es
imprescindible incorporar departamentos de
investigación en cada país. Sin embargo, no solo tienen estudiar el presente y cómo mitigar el daño producido, sino que deben ser capaces de prevenir los posibles efectos del desarrollo o humano
en la naturaleza. Solo de este modo se podrá establecer un equilibrio
sustentable entre el hombre y el medio
ambiente.
MIRANDO EL CARIBE DESDE UN AVIÓn
Bienvenido al cielo, amigo turista, aunque
es probable que tenga ya un rato a bordo del avión. Seguramente ya se ha cansado de hojear las revistas y los instructivos que consiguieron
en el bolsillo del asiento, y el personal ya debe haberle servido el
refrigerador porciones así de pequeñas no llegan a
ser propiamente un almuerzo. Así que ha llegado el
momento de abrir la ventanilla y mirar hacia abajo. Empecemos por esa
infinita sabana azul, casi negra, que se extiende como un
desierto de agua en todas las direcciones. Fíjese en ese color, tan intenso, fundiéndose en la lejanía con el color mismo del cielo, como queriendo confirmar de un modo extraño la circularidad
del planeta: el cielo es agua y el agua es
cielo. Desde estas alturas no puedes apreciarse, pero abajo allá las olas avanzan, continuamente, cual ejército en camuflaje, hacia un destino lejano o cercano, apenas rompiendo
la perfecta formación para escupir algo de espuma. Acérquese a la
ventanilla y verá, d e vez en cuando, el destello blanco y efímero, la burbujeante presencia de la cresta
de una ola desobediente, que rompe un poco antes de
tiempo. Imagínese ahora los dos mil doscientos metros de agua que
hay debajo de la superficie: un abismo tan inmenso en el que cabrían
fácilmente más de 20 aviones como el suyo, uno detrás de otro
mirando en la misma dirección. Y eso por no mencionar las
profundidades máximas de 7.600 metros , en fosas marinas como la de las Islas Caimán. Pero no se asuste con las proporciones: ese mar infinito que allá abajo se extiende es de los más cálidos
y salados del mundo, un mar idóneo para las vacaciones que le
guardan. Ahora fíjese allá a lo lejos, en esa mancha blanquecina que
se avecina. Fíjese cómo
el agua cambia de color al aproximarse a la costa, perdiendo esa negra intimidante y llenándose
de brillo. Eso claro que se percibe en el fondo es la arena blanca, tan
bl anca que parece que el sol en las alturas utilizará sus granos como espejo. Y el agua, translúcida, revela las piedras grandes y vivaces, hogar de corales y especies de animales coloridos, una fauna tan rica y diversa que bien amerita renunciar a la atmósfera era
por un rato. El 9% de los arrecifes coralinos del mundo está allí abajo:
ocupan alrededor de 20.000 millas cuadradas. Una flora y una
fauna igual de exuberantes le guardan en tierra firme: fíjese en el
verde extraño, cambiante, que se percibe desde aquí en el interior
de la isla. Es un degradado: primero el azul claro de la orilla,
luego el blanco prístino de la arena y después el
verde tropical, selvático a ratos y xerófilo después, como si en una misma isla, la jungla y el desierto tuvieran
su descendencia. Sin duda habrá cocoteros allá abajo, pero
también ceibas, caobas, guayacanes y otras 6500 especies endémicas, acostumbradas al aire salado
del mar. Quizás le llamen la atención las formas extravagantes de las islas, que desde lo alto Parecieran
un fragmento de la escritura de los gigantes. ¿Qué mensaje se esconde en
sus siluetas, qué verdad revelada, apreciable solo desde aquí? Nadie
lo sabe. Mucho men os lo saben quienes viven abajo, entregados
al sol ya una vida que transcurre centrada en el presente. Así son
los caribeños: gente de sol y de mar, fugaces como la espuma
misma que hace rato mirábamos por la ventanilla. Más de 13 países distintos cohabitan en este paraíso,
donde las razas se mezclan tanto como lo hacen el español, el francés, el
inglés y las lenguas indígenas. Nada es puro en el Caribe, nada
tiene origen ni destino. El Caribe es presente y nada
más.
Pero el tiempo se nos acaba, estimado turista, y los
letreros del avión vuelven a encenderse. Ya pronto iniciará el
descenso y este paisaje que hemos visto se perderá
en su memoria, y sin duda será reemplazado por recuerdos más concretos, corporales, inmed iatos.
Así que haga un esfuerzo: no olvides lo que ha visto. Esta es la cara lejana
y hermosa del Caribe, una que nadie pudo apreciar en millones de años
de existencia,
hasta que apareció el ser humano y creó estos aparatos ruidosos en los que usted viaja. El Caribe
es así, eterno y efímero, como este mismo
paisaje.
ENSAYO FILOSOFICO
SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE
Significado de mi muerte y de qué manera afecta a mi vida,
La vida es un milagro de la naturaleza, todos somos ganadores desde el
mismo momento en que fuimos concebidos; Hemos sorteado muchos obstáculos
para poder ver la luz del mundo por primera vez y
sin. embargo sólo hay una verdad inevitable y es que desde el momento que nacemos empezamos
a morir.La relación existente entre la vida y la muerte siempre ha preocupado a los existencialistas,
a los grandes filósofos de la humanidad porque son dos momentos que están
llenos de alegría, esperanza, sueños, felicidad, temor, sufrimiento y dolor
para las por sonas con las que convivimos; si bien la vida es una
bella mentira, la muerte es una verdad horrible. Desde el punto de
vista existencialista, considera que el significado de mi muerte
tendrá mucho que ver con la manera en la que me conduje por la vida, lo
que hice en mi vida, de quienes formaron parte de su vida y el paso que
dejé en mi estancia en este mundo o material.Sin embargo, desde el punto
de vista espiritual mi esencia, mi alma siempre permanecerá mientras haya
alguien que me recuerde y mantenga vivo el recuerdo en su memoria.El
planteamiento que hace Víctor Frankl (2014) sobre la búsqueda del sentido de la
vida, me indica que me encuentro frente a un vacío existencial por lo que debo responder buscando
el sentido a mi vida y respondiendo por mis actos con responsabilidad
durante mi existencia. Sin embargo, ahora que me encuentro
frente a este planteamiento del significado que
le he dado a mi vida debo responder que cada acto que he desarrollado de manera inconsciente o consciente no me lleva al arrepentimiento sino hacia la satisfacción de haber lo
logrado; pero si he aprendido a ser responsable de mis actos, de las decisionesque
tomo y cómo las enfrento sin buscar huir de
ellas.Considere que el significado de la vida para mí esta en darle un nuevo sentido o reconfigurarme
cada vez que estoy en desequilibrio y en buscar la felicidad no por lo que.Tengo
sino por como lo he logrado, no buscar la frustración por lo que no he
alcanzado oh sino en agradecer por lo que si he
hecho. Dale, un valor a las cosas suples ese vacío existencial porque solo yo puedo darle un atributo
o valor a las cosas desde las más simples hasta aquellas que encierran
emociones intensas; a darle un valor adecuado a los fracasos, a las
decepciones, a la manera a de ver el mundo y no en tratar de
comprenderlo sino aceptarlo tal cual es y darle ese valor que me permita
ir adelante dándole un verdadero sentido a mi vida y de quienes me
rodean.Desafortunadamente ya sea poco o mucho el tiempo que esté en este mundo
me estará dirigiéndose hacia un final, así como ha tenido un inicio esta
gran aventura llamada vida; es algún momento pronto se verá el final del
camino; al volver la vista me doy cuenta que mi vida ha sido maravillosa,
afortunada y llena de encantos porque así he decidido verla yo en esa
búsqueda de sentido existencial a mi vida.Como lo he planteado al inicio, la
muerte no es quizás el final de mi propia existencia, quizás en sentido
corpóreo y material, pero si uno logra trascender en la vida y en la vida de
los demás, siempre habrá elementos que garanticen que mis ideas, mi amor y mis
legados permanecerán en la memoria de con quienes tuve la oportunidad de
coincidir en esta vida. Para concluir, creo que el significado de mi
muerte va en función de lo grandiosa que
ha sido mi vida en el proceso en que
aprenderá a valorarla y
dar el ese sentido
a la vida en busca de
la felicidad, entendiendo que la felicidad son momentos únicos y efímerosa y
que la vida me planteaba situaciones en las que yo debía aprender a ser
feliz con lo se me ofrecía y no en lamentar las situaciones que me lo
impedían
ENSAYO LITERARIO
ENSAYO LITERARIO DE JOSÉ INGENIEROS
Por eso es raro. Excluye toda inconsecuencia respecto del
ideal: la moralidad para consigo mismo es la negación del genio. Por ella
se descubren los desequilibrados, los exitistas
y los simuladores. El genio ignora las artes del escalamiento y las industrias. como de lamaterial
de prosperidad. En la ciencia busca la verdad, tal como la concibe; ese afan le
basta para vivir. Nunca tiene alma de funcionario. Sobrelleva, sin vender sus libros a los Gobiernos,
sin vivir de favores ni de prebendas, ignorando esa técnica de los falsos
genios Oficiales que simulan el mérito para medrar a la sombra del Estado. Vive como es, buscando
la Verdad y decidido a no torturar un milésimo de ella. El que pueda
domesticar sus convicciones no es, no puede ser, nunca, absolutamente, un hombre genial.Ni
lo es tampoco el que concibe un bien y no lo practica. Sin unidad moral no hay
genio.El que predica la verdad y transige con la mentira, el que predica la
justicia y no es justo,el que predica la piedad y es cruel, el que predica la
lealtad y traicióna, el que predica el patriotismo y lo explota, el que
predica el carácter y es servil, el que predica la dignidad
y se arrastra, todo el que usa dobleces, intrigas, humillaciones, esos mil instrumentos incompatibles
con la visión de un ideal, ése no es genio, está fuera de la santidad: su
voz Se apaga sin eco, no repercute en el tiempo, como si resonara en el
vacío.
El portador de un ideal va por caminos rectos, sin reparar
que sean ásperos y abruptos.No transige nunca movido por vil interés; repudia
el mal cuando concibe el bien; Ignora la duplicidad; ama en la Patria a
todos sus conciudadanos y siente vibrar en la propia el alma de toda
la Humanidad; tiene sinceridades que dan escalofríos a los hipócritas de su
tiempo y dice la verdad en tal estilo personal que sólo puede ser palabra
suya; tolerar en los
demás errores sinceros, recordando los propios; se encrespa hormiga e las bajezas, pronunciando palabras
que tienen ritmo de apocalipsis y eficacia de catapulta; cree en sí mismo y
en sus ideales, sin pactar con los prejuicios y los dogmas de cuántos le
acosan con furor, de todos los costados. Tal es la culminante moralidadad del
genio. Cultiva en grado sumo
las más altas virtudes, sin preocuparse de carpir en la selva magníficas las malezas que concentran
la preocupación de los espíritus vulgares. Los genios amplían su
sensibilidad en la proporción que elevan su inteligencia;
pueden subordinar los pequeños sentimientos a los grandes, los cercanos a los remotos, los concretos a los abstractos. Entonces los hombres de miras estrechas los suponen desamorizados, apáticos, escépticos. Y se equivoca. Sienten, mejor que todos, lo humano.
El mediocre limita su horizonte afectivo a sí mismo, a su familia, a su
camarilla, una su facción; pero no sabe extenderlo hasta la Verdad o la
Humanidad, que sólo pueden apasionar al genio. Muchos hombres darían su
vida por defender a su secta; son raros los que se han inmolado
conscientemente por una doctrina o por un ideal.
La fe es la fuerza del genio. Para imantar a una era
necesita amar su Ideal y transformarlo.en pasión; «Golpea tu corazón, que en él
está tu genio», escribió Stuart Mill, antes de
que Nietzsche. La intensa cultura no entibia a los visionarios: su vida entera es una fe en acción.
Saben que los caminos más escarpados llevan más alto. Nada emprende que
no Están decididos a concluir. Las resistencias son espolazos que los
incitan a perseverar; aunque nubarrones de escepticismo ensombrezcan su
cielo, hijo, en definiciónitiva, optimistas y creyentes: cuando sonríen, fácilmente se adivina la ascua crepitante bajo su ironía.
Mientras el hombre sin ideales ríndese en la primera
escaramuza, el genio se apodera
del obstáculo, lo provoca, lo cultiva, como si en él pusiera su orgullo y su gloria: conigual vehemencia
la llama acosa al objeto que la obstruye, hasta encenderlo, para
agrandarse a si misma. La fe es la antítesis del fanatismo. La
firmeza del genio es una suprema dignidad del propio
Ideal; la falta de creencias sólidamente cimentadas convierte al mediocre en fanático. La fe se confirma en el choque con las opiniones contrarias; el fanatismo te me vacilar ante ellas e intenta ahogarlas. Mientras agonizan sus viejas creencias, Saúl persigue a loscristianos, con saña proporcionada a su fanatismo; pero cuando el nuevo credo se afirma en Pablo, la fe le alienta, infinita: enseña y no persigue, predica y no amordaza. Muere él por su fe, pero no mata; fanático, habría vivido para matar. La fe es tolerante: respeta las creencias propias en las ajenas. Es simple confianza en un Ideal y en la suficiencia de las propias fuerzas; los hombres de genio se hombre tienen creyentes y firmes en sus doctrinas, mejor que si éstas fueran dogmas o mandamientos. Permanecen libres de las supersticiones vulgares y con frecuencia las combaten: por eso los fanáticos les suponen incrédulos, confundiendo su horror a la común hombres tira con falta de entusiasmo por el propio Ideal. Todas las religiones reveladas pueden permanecer ajenas a la fe del hombre virtuoso. Nada hay más extraño a la fe que el fanatismo. La fe es de visionarios y el fanatismo de siervos. La fe es llama que encinde y el fanatismo es ceniza que apaga. ombre y el medio ambiente.